Para mis amigos músicos

¿No os indigna el tratamiento que se hace de la música clásica en los medios de comunicación? Porque a mi sí. Hoy he tenido que presentar un trabajo que era el análisis de las informaciones sobre música clásica que se hacían en 2 medios de comunicación diarios, uno de carácter nacional y otro de carácter regional.

Lo primero que me sorprendió fue la escasez de noticias, claro, visto desde un punto de vista crítico, el medio nacional dispone de poco espacio para noticias "poco importantes" que casi todo son las de clásica y el medio regional coinció con las fechas del Premios Príncipe de Asturias, que, obviamente son más importantes que la música clásica (sin tono irónico).

Todo esto viene dado por el carácter considerado "elitista" de la música clásica, la sociedad actual piensa que la clásica sólo es para snobs o grupos sociales con gran poder adquisitivo. ¿Cómo hemos llegado a ésto? Pues con una grave falta de cultura musical. Cuando me encuentro con una persona que dice aborrecer la música clásica porque es aburrida, primero pienso: "sobre gustos no hay nada escrito"; pero juzgar siglos de cultura y entretenimiento social de masas (porque eso es la música desde su inicio) porque desde la escuela primaria los profesores ponían ejemplos de obras para piano o violín (las más típicas), que un niño no entiende, me frustra.

La música clásica no es aburrida, o por lo menos no lo son algunas obras con historias sorprendentes a su alrededor. Quien opina así ¿ha escuchado alguna vez la Overtura de fiesta académica de Brahams? Es una obra llena de sorprendentes y divertidos cambios. La música divertida no es sólo la que pone El conciertazo.

Todo el mundo sabe de críticos de arte y teatro en los medios de comunicación, pero son escasos los periodistas especializados en ésta rama, simplemente porque no se demanda. ¿Alguien sabía que el compositor Robert Schumann fue el primer crítico periodístico de música de la historia? Seguramente no.

Cuando leo y/o veo una información en los medios, comprendo la incultura que reina. ¿Por qué un periodista que habla sobre un músico que toca la viola no puede llamarle "el violista Pepito Pérez"? (es uno de los ejemplos más frecuentes, parece delito escribir violista).

Si tal vez la sociedad cambiase sus consideraciones, los músicos al leer los medios de comunicación no se sentirían alejados de la sociedad. Es la pescadilla que se muerde la cola.